Desde los primeros intentos de
cacerolazo pudimos detectar una red de personas conectadas a fin de organizar
la difusión, logística, comunicación y selección de las fechas de cada uno de
los cacerolazos.
Esta red de personas responde a
fundaciones y partidos políticos muy vinculados entre sí que ocultan su
actuación para mantener el reclamo libre de impugnaciones por su pasado y su
verdadero programa de gobierno. Se intenta darle un supuesto carácter
espontáneo a un evento organizado hasta el detalle, digitado desde la oposición
política, económica y mediática al gobierno de CFK.
La investigación parte de la
identificación de los principales responsables operativos, es decir aquellas
personas que realizan las tareas necesarias para difundir y gestionar el evento
en las redes sociales (administrar los sitios web y comunidades desde donde se
convoca, prepapar los textos, consignas, afiches y flyers, financiar la
publicidad, actualizar los contenidos en las páginas, etc.). Una vez detectado
este núcleo de responsables operativos, se logró comprobar que existen números
vínculos entre ellos y a su vez, que responden a un grupo de fundaciones de
corte liberal cercanas a los partidos políticos de la oposición e incluso, en
algunos casos, directamente para dichos partidos.
De esta forma, pudimos comprobar
que quiénes gestionan el cacerolazo trabajan para, esencialmente:
-Fundaciones de corte
ultraliberal, en especial la fundación Libertad y Progreso, entre cuyos
referentes se encuentran ex ministros de la dictadura (Manuel Solanet, José
María Dagnino Pastore), dirigentes políticos como Ricardo López Murphy,
intelectuales y técnicos de derecha como Roberto Cachanosky, Alberto Benegas
Lynch y periodistas de La Nación, como Belén Manfroni y Marcos Aguinis. Esta
fundación tiene firmadas alianzas estratégicas y acuerdos de colaboración con
CRA, la Sociedad Rural, la Fundación Despertar y otras representantes de las
patronales agrarias y con otras fundaciones del sector ultraliberal como
Fundación Naumann (que trabaja en conjunto con Patricia Bullrich) y el Partido
Liberal Libertario (uno de los más activos en la organización del cacerolazo en
la web, siendo sus tres principales dirigentes empresarios o expertos del
sector de la informática). Este grupo se encargó especialmente de la gestión de
los eventos y elaboración y difusión de las consignas y contenidos.
-Fundaciones que responden a las
patronales agrarias, esencialmente la Fundación Despertar, presidida por
Luciano Miguens (ex presidente de la Rural durante el conflicto por la 125),
secundado por José Claudio Escribano (ex subdirector de La Nación, tristemente
recordado por intentar fallidamente imponerle un “pliego de condiciones” al ex
presidente Néstor Kirchner apenas asumió y por pronosticar luego que sólo
tendría un año de gobierno). Completan la comisión directiva representantes
tanto de las patronales como de las multinacionales del sector como Bunge y
Monsanto.
-Un sector que responde
directamente al PRO, nucleado en la Fundación Fragua (dirigida por el director
de educación pública del macrismo, Max Gulmanelli, secundado por varios
asesores del Ministerio de Educación que conduce Esteban Bullrich), pero además
con alianzas a través de Argentina Ciudadana, la fundación que lidera el Rabino
Bergman y de la Fundación Pensar, definida como la “usina de ideas del PRO”
(donde encontramos, entre otros, a Luciano Miguens, de Despertar, y Gerardo
Bongiovanni, que dirige la Fundación Libertad). El legislador Sergio Bergman,
asimismo, ha firmado acuerdos de colaboración con Libertad y Progreso por medio
de la Fundación Judaica, que también preside.
-Un sector que responde a la
Coalición Cívica y a Unión por Todos, el partido de Patricia Bullrich que
integró la Coalición en las elecciones de 2011. Este sector se núclea en las
fundaciones REC (Red Encuentro Ciudadano) y la Fundación Friedrich Naumann, una
organización multinacional que ya tuvo serias acusaciones por estar implicada
en el golpe de estado contra Manuel Zelaya en Honduras. Los responsables operativos
trabajan para o en conjunto con Patricia Bullrich, Claudio Bargach (dirigente
de la Coalición Cívica que preside el área de capacitación de fiscales y fue
candidato a legislador porteño en 2011) y Héctor “Toty” Flores, diputado con
mandato cumplido y hoy por hoy, uno de los cuadros más cercanos a Elisa Carrió.
-Un sector de ultraderecha, que se encarga fundamentalmente de la comunicación a través de medios pseudo periodísticos que operan en portales Web. Este sector responde a ex agentes de servicios de inteligencia procesados por la Justicia, como Héctor Alderete, titular del SEPRIN y a los editores de Tribuna de Periodistas (Christian Sanz, uno de los fundadores de SEPRIN, y Eliana Toro, pareja del espía prófugo de la justicia y exiliado en Uruguay Iván Velázquez). Estos sectores actúan coordinadamente con una serie de medios digitales vinculados a Alternativa Social, el partido neonazi de Alejandro Biondini, para el cual trabaja Nidia Osimani (de Tribuna de Periodistas) y donde escribe Carlos Belgrano, escritor de ultra derecha que hizo circular por Internet una carta donde llama a las FFAA a dar un golpe de estado el 8-N aprovechando el escenario de movilización opositora.
Este núcleo tiene, como se desarrolla en el informe, numerosos nexos entre sí, lo que permite su funcionamiento no como grupos aislados sino como un sector coordinado, capaz de realizar tareas en conjunto, fijar las fechas y horas de las convocatorias, encarar la difusión de las mismas, etc.
Asimismo, el sector de las fundaciones liberales se vale de los medios hegemónicos (con quién comparte incluso dirigentes y cuadros operativos), para orquestar juntos decenas de operaciones de prensa.
-Un sector de ultraderecha, que se encarga fundamentalmente de la comunicación a través de medios pseudo periodísticos que operan en portales Web. Este sector responde a ex agentes de servicios de inteligencia procesados por la Justicia, como Héctor Alderete, titular del SEPRIN y a los editores de Tribuna de Periodistas (Christian Sanz, uno de los fundadores de SEPRIN, y Eliana Toro, pareja del espía prófugo de la justicia y exiliado en Uruguay Iván Velázquez). Estos sectores actúan coordinadamente con una serie de medios digitales vinculados a Alternativa Social, el partido neonazi de Alejandro Biondini, para el cual trabaja Nidia Osimani (de Tribuna de Periodistas) y donde escribe Carlos Belgrano, escritor de ultra derecha que hizo circular por Internet una carta donde llama a las FFAA a dar un golpe de estado el 8-N aprovechando el escenario de movilización opositora.
Este núcleo tiene, como se desarrolla en el informe, numerosos nexos entre sí, lo que permite su funcionamiento no como grupos aislados sino como un sector coordinado, capaz de realizar tareas en conjunto, fijar las fechas y horas de las convocatorias, encarar la difusión de las mismas, etc.
Asimismo, el sector de las fundaciones liberales se vale de los medios hegemónicos (con quién comparte incluso dirigentes y cuadros operativos), para orquestar juntos decenas de operaciones de prensa.
La dinámica utilizada, que se
describirá a continuación, ha permitido que el núcleo de técnicos y fundaciones
involucradas sean utilizadas como fuentes en unas cien notas de los medios de
Clarín y La Nación.
El patrón de conducta es el
siguiente: las fundaciones elaboran, con el supuesto “poder de verdad” que sus
cuadros técnicos le confieren, informes que reflejan sus consignas políticas
(intentando demostrar, por ejemplo, que en Argentina se violan libertades
individuales y económicas, se abusa en la presión tributaria, no se respeta la
propiedad privada, no existe un grado razonable de calidad institucional y
otros “eslóganes” repetidos hasta el hartazgo en las corporaciones mediáticas).
Estos informes son levantados por los medios, que los presentan como datos de
calidad científica y objetiva (con títulos como “Argentina, entre los peores países
en libertad económica”), ignorando que dichas publicaciones no son realizadas
por entes internacionales ni científicos sino por fundaciones aliadas a los
partidos de la oposición, y que incluso tienen cuadros políticos de la misma
entre sus miembros. A su vez, aprovechando la difusión que esto les otorga, las
Fundaciones se encargan de hacer circular estas consignas anti-Estado en
Internet, utilizando a tal fin a sus responsables operativos, que manejan en
buena medida la gestión de los eventos. Es decir, ellos mismos crean las
consignas que se escuchan en el cacerolazo, las difunden masivamente a través
de los medios y luego convocan al cacerolazo, justificándolo con esas mismas
consignas.
Como están tan seguros de que esto es así ??? De esta forma hicieron que se fuera Alfonsin y Nestor estaba involucrado??? Que lamentable !!!
ResponderEliminarLo que pasa entre Argentinos es una cosa, pero hay que verficiar si haya "apoyo"= $$$ de ONGs del "Norte"... "Ojo"!
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